Alonso sabe que esquivó a la muerte: «He gastado una de las vidas que me quedaban»
«Soy consciente de que hoy he gastado una de las vidas que me quedaban». Así se expresaba Fernando Alonso en su cuenta de Instagram, horas después de su escalofriante accidente en Albert Park, donde salvó la mida de milagro. El piloto asturiano también quiso agradecer «a McLaren y a la FIA por la seguridad actual de los monoplazas. También a mis compañeros y a los aficionados por la preocupación mostrada y su apoyo incondicional».
Pero Fernando Alonso no quiere seguir dándole vueltas a lo ocurrido en esta fatídica vuelta 18 con Esteban Gutiérrez. Al contrario, el español ya piensa en la próxima carrera, el Gran Premio de Bahréin. «Ahora, a recuperarse y pensar en Bahréin, y subirme al coche para conseguir los primeros puntos», dijo el piloto asturiano.
«Estoy decepcionado por el destrozo del coche, pero contento de estar aquí hablando»
Apenas una hora después de que su McLaren-Honda diera dos vueltas de campana, Fernando Alonso. Cojeaba todavía un poco, fruto del tremendo golpe, y se tomó con un punto de humor la situación. «Aún estoy poniendo las cosas en su sitio después de tantas vueltas de campana», dijo.
Asumió su culpa en el accidente y se mostró «decepcionado por no acabar la carrera y coger puntos y por el destrozo del coche. El destrozo es grande y habremos perdido una unidad de potencia, pondremos la segunda ya en la siguiente carrera, pero también estoy contento de estar aquí hablando», reconoció. Además, Fernando Alonso sabe que esquivó la muerte de milagro: «Cuando vas a más de 300 km/h te juegas la vida y si en una de esas vueltas de campana golpeas mal, el golpe se convierte en un problema serio».
«Frené tarde y me lo llevé por delante»
A Fernando Alonso le honra haber asumido parte de la culpa del impacto con Esteban Gutiérrez. «Íbamos muy pegados, cogí el rebufo todo lo que pude y ahí siempre hay movimientos muy fuertes antes de la frenada, es un peligro. Igual no vi el punto al ir tan cerca y perdí la referencia, frené demasiado tarde y me lo llevé por delante. A 315 km/h puede pasar eso, pero lo mejor es que los dos estamos bien», dijo.
El piloto asturiano reconoce estar dolorido, como si le hubieran dado una paliza: «Me duele un poco todo, especialmente las rodillas, porque se mueve todo por dentro a esas velocidades. Te golpeas con el chasis, con la columna de dirección y con todo, y más que me dolerá mañana, pero bueno, me pondré hielo».
Por último, Fernando Alonso recuerda que este accidente «fue más fuerte que el de Brasil 2003 seguro. Tienes un pelín de miedo tras le primer impacto y al verte por el aire. Sólo piensas, que aterrice bien, no contra el muro o con la cabeza. Parece que nunca va a terminar de dar vueltas, pero cuanto paró vi un hueco para salir y me dije: sal rápido que querrán verte desde casa».